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  Entrevista con Jaime Alguersuari
 

Jaime Alguersuari






Pregunta. Da la sensación de que le preocupa más acabar por delante de Buemi que lograr un buen resultado.

Respuesta. Seguro. El compañero de equipo es tu primer rival. Eso, en todos los equipos. Es el primero al que debo ganar. Y para él es lo mismo. Así funciona la fórmula 1. Siempre preferiría estar delante de él, sin duda. Hasta ahora me ha ido bien. En carrera, le he superado siempre. Ahí juega más la consistencia y la cabeza.

P. Si se pusiera en su piel, ¿qué pensaría a la vista de los resultados?

R. Que tendría que tirar a tope. Yo pensaría que me está haciendo un favor porque me obliga a dar lo mejor de mí mismo. Si quiero llegar a ser el mejor del mundo, es bueno tener un compañero que te exija en cada carrera, que sea durísimo, el mejor. Cuanto más fuerte psicológica y físicamente sea él, mejor seré yo. Porque cuando le gane estaré mucho más cerca de poder ser campeón.

P. ¿Sintió miedo alguna vez cuando Helmut Marko, el responsable de pilotos en Red Bull, le llamó a su despacho?

R. Nunca. Quien decide sobre mi vida soy yo, no Marko ni nadie. Les debo mucho porque me ayudaron desde los 15 años y creyeron en mí. Pero ahora me lo paso bien en la fórmula 1, me divierto. El día que ellos no me quieran me iré a estudiar o a otra parte que me motive. Esto funciona así. Es mi filosofía. Si tengo alguna otra oferta, la valoraré. Mi prioridad es Red Bull porque soy un hombre de marca y agradecido.

P. ¿Le preocupa que le usen mientras sirva y luego adiós?

R. Cuando juegas en el Barça y ganas por 5-0, pero Puyol ha cometido un error y les marcan un gol, a Guardiola no le pasará inadvertido el fallo. Lo hablarán después. En nuestro caso es igual. En Montmeló, por ejemplo, hice una gran carrera, pero tuve un error con un doblado y lo hablamos en la reunión con los ingenieros. Sin embargo, esta sensación no la he tenido nunca, aunque sé que es tal como se funciona.

P. ¿No cree que la F-1 está llena de hipocresía?

R. Hay mucha gente que cree que entiende de coches, de carreras. Pero, en realidad, que sepan leer y planificar una carrera hay muy pocos. Sí que hay hipocresía. Pero imagino que en cada deporte hay historias similares.

P. ¿Ve factible tener un solo amigo entre los demás pilotos?

R. No. Ninguno. Tengo buena relación con la mayoría. Respeto mucho a Fernando [Alonso] y a Pedro [Martínez de la Rosa], pero, en el fondo, somos rivales, enemigos. Cuando nos ponemos el casco, no hay compañerismos. Solo el respeto justo para mantener la deportividad. Nada más. Mis amigos los cuento con una mano.

P. Es uno de los pocos pilotos de la parrilla que está cobrando de su equipo. ¿Ha pagado alguna vez por correr?

R. Solo en karting. Mi padre pagó entre 2002 y 2004… Aquel fue el último año en que pagó. Me acordaré siempre porque la temporada podía costarle entre 40.000 y 50.000 euros. Fue duro porque mi padre se plantó. Las cifras ya se multiplicaban: estar en la fórmula Renault costaba 500.000 euros; en la fórmula 3, un millón; en la GP2 o las World Series, más de un millón. Al final de 2004, mandamos una carta a los fabricantes de karts para buscar un patrocinador. Intrepid, muy amigo de la familia, fue el único que respondió: “Todo el crédito para Jaime”. Y me ofreció un coche. Hice una temporada excelente en 2005 y comencé a competir en el Campeonato Británico de F-3 gracias a una beca del Real Automóvil Club de Cataluña. Fue el primer año en que mi padre no pagó. Al final del curso, firmé con Red Bull.

P. Hay quien asegura que si está en la F-1 es porque paga a Toro Rosso.

R. Es lo mismo de siempre. Solo hay cuatro o cinco personas que saben lo que ocurre y por qué ocurre en la fórmula 1. Así que no me preocupa.

P. ¿Habría entrado igual en ella si, en vez de un Toro Rosso, le hubieran ofrecido un coche para ser el último?

R. No lo sé. Mi entrada fue extraña. A los 15 años firmé con Red Bull Junior Team. Y en 2009 me llamaron para ir a la fórmula 1. ¿Por qué? En el programa había dos o tres pilotos que podían saltar a ella. Pero decidieron que fuera yo. Por mis facultades físicas y psicológicas, creyeron que era el más apto. No sé si otros equipos lo habrían hecho. Supongo que escuderías como Hispania, Lotus o Virgin necesitaban más experiencia y que el piloto aportara dinero. Creyeron otra vez en mí y les respondí que adelante.

P. Con Toro Rosso no puede ganar aún carreras.

R. Toro Rosso ganó una carrera especial con [Sebastian] Vettel en otra situación, en la que Honda, Williams, Force India y Toyota estaban por detrás. Puso el listón muy alto. Nosotros también queremos, pero estar en los puntos es ya una victoria. No me crea frustración. Debes saber hasta dónde puedes llegar.

P. ¿Quién es el mejor del momento?

R. Hay varios. Fernando Alonso es muy completo y cada vez está en mejor posición. Vettel, también. [Lewis] Hamilton. Pero todos dependen de su bólido. Ahora mismo Red Bull va por delante de los demás. Y veo complicado que Ferrari pueda alcanzarle. Tardará en hacerlo. No sé si será este año o el que viene.

P. ¿Qué piensa cuando le dicen que, a su edad, ni siquiera Alonso tenía su palmarés?

R. No digo que sea un Ayrton Senna, pero pienso que lo he hecho bien. Tengo más potencial y con más experiencia puedo mejorar. Si con 20 años estoy aquí, con 22 o 23 puedo ir mucho más lejos. Pero no es decisivo. Fernando hizo lo que pudo con 20 años, en otra época y en situaciones distintas. En la fórmula 1 todo está ahora más igualado. Por tanto, creo que su situación y la mía no son comparables. Alonso cogió la mejor época de Renault. Le dieron el mejor coche y realizó un magnífico trabajo. Es un grandísimo piloto y tuvo el monoplaza para ganar dos títulos mundiales bastante fácilmente, sin grandes resistencias.

P. ¿Ha soñado alguna vez en correr con Ferrari?

R. No. En correr con McLaren, sí. Pero ahora quiero competir con Red Bull porque han confiado en mí desde los 15 años. Tengo motivos para ser feliz. Me considero una persona especial. He recorrido mi camino solo, pero lo más duro que me ha ocurrido hasta ahora es lo mejor que me ocurrirá mañana. Lo fundamental es ser capaz de escuchar tu cuerpo y ser feliz. Intento vivir el momento al 120%, más que al máximo.

P. ¿Se pone pruebas en la vida cotidiana para activar sus reflejos?

R. Constantemente. Siempre quieres ser el primero. Si entras en un aparcamiento, quieres dejar el coche antes que los demás. Si juegas al tenis, quieres ganar. En el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, a veces, me tienen que frenar porque siempre quiero más. Es la filosofía de cualquier piloto. Somos muy competitivos, no somos buenas personas cuando conducimos. Fuera de la pista, pienso muy mal de los demás. Les quiero ganar. En mi imaginario, les digo de todo menos guapos.

 
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